Hablar de relojes es hablar de Tiempo. Es hablar de la unidad de medida más compleja que jamás se haya inventado.
A diferencia de la masa o la distancia, el tiempo no se ve, no se compara y no se siente. Y sin embargo, es lo más valioso que tenemos. ¡Qué difícil!
5 minutos te reservo hoy para hablar de la historia de John Harwood y el primer reloj automático de pulsera.
Hola, soy @heypauet, diseñador y emprendedor, actualmente en Blockeniza. Bienvenido a Libra, una carta personal donde estrategia y humanismo se encuentran a ambos lados de la balanza.
👨🏻✈️ A sus órdenes, Sargento.
Como siempre, antes de empezar dejadme que ponga un poquito de contexto histórico.
John Harwood nació en 1893, en la ciudad de Bolton, Inglaterra. Tras volver de la Primera Guerra Mundial aprende el oficio en la relojería Hirst Brothers, hasta que en 1922 decide abrir su propio taller.
Tiempo de Modernidad, reloj para la usabilidad.
John estaba obsesionado con dos cosas:
La comodidad de los artilugios automáticos;
y con la durabilidad de los objetos.
Había percibido que los principales causantes del deterioro de los relojes, eran la entrada de polvo y humedad en los engranajes. Así que en 1923 se pone a trabajar en el prototipo de un reloj que fuera extremadamente cómodo de usar, hermético e inexpugnable.
Morder el polvo.
Como decíamos, Harwood se obsesionó con que no hubiera posibilidad de que el polvo y la humedad, principales causas de deterioro de los relojes, pudieran entrar. En todo un ejercicio de unicidad en el diseño, decide eliminar la corona del reloj (la ruedecita del lado). Y, si no tenía corona, ¿cómo se regulaban las manecillas? John introdujo un bisel al rededor de la caja para hacerlo. Os dejo un esquemita con las partes de un reloj para ubicarnos👇🏼
Todo esto junto con un par de muelles que amortiguaban los impactos de los golpes, convertían el reloj de Harwood en una pieza capaz no sólo de dar el tiempo, sino también de resistirlo.
Aquí podéis ver que el reloj no tenía corona y que tenía un bisel (la rueda que tiene alrededor de la caja) para cambiar la hora del reloj.
¿Veis el punto que hay sobre el número 6? Recordadlo, porque más adelante hablaremos de él.
Mamá, ¿me columpias?
Pero, ¿cómo podía hacer que el reloj se diera cuerda a sí mismo? ¿Qué mecanismo podía utilizar?
John se inspiró en un columpio para niños, observando cómo los niños aprovechaban la velocidad para impulsarse. Harwood pensó que podía utilizar la energía cinética que genera el balanceo del brazo al caminar, para tensar el resorte del reloj de pulsera y mantenerlo funcionando.
Primero, pero no mucho.
En 1923 John presenta la patente del primer reloj automático de pulsera, basándose en un reloj automático de bolsillo (el reloj automático de bolsillo lo inventó Abraham-Louis Perrelet en 1770 y tenía un sistema similar, pero algo distinto).
Prevención de error.
Si el reloj no tenía segundero, y no necesitaba que le dieran cuerda, ¿cómo podía alguien que acababa de comprar su reloj, saber que ya había comenzado a funcionar? Pues bien, recordad el punto sobre el número 6 que hemos mencionado antes, John hizo un mecanismo para que ese punto se pusiera rojo cuando estaba a funcionando.
🏔 Basilea 26
En 1926 John Harwood presenta el primer reloj automático de pulsera en la Feria de Basilea.
No obstante, Europa no estaba preparada todavía para los relojes de pulsera, y estaba considerado como algo vulgar y poco elegante. ¡¿Cómo iban a llevar expuesto un mecanismo tan sensible?!
Fueron mujeres quienes deseaban llevarlo, poniéndolos de moda sobre todo, a principios de la segunda mitad del siglo XX. Además, el aumento del ritmo del día a día, convertía el reloj automático de pulsera en algo verdaderamente práctico de llevar.
🤬 No me toques los berolex.
Rolex anunció hasta en la radio su modelo Oyster Perpetual autoproclamándose el primer reloj automático de pulsera. Al Harwood darse cuenta, exige a Rolex que retire la publicidad. Ambos alcanzaron un acuerdo y Rolex cambió todos los anuncios incluyendo un retrato de John.
Un año después, Rolex reconoció públicamente que el inventor del reloj automático de pulsera había sido John Harwood.
🖇Take-away nuggets.
Resumen en 5 puntos para asimilar mejor lo leído:
John utiliza el principio de unicidad para hacer un reloj más resistente donde no entrara polvo y humedad.
Utiliza la energía del balanceo del brazo para mantener el reloj en funcionamiento.
Prevención de error: Utiliza un pequeño punto en el reloj que indicaba que éste estaba funcionando.
Pese a ser un reloj “vulgar” a principios del siglo XX, la comodidad de uso aseguraron su éxito.
Rolex reconoció la autoría del sistema y puso el retrato de John en sus anuncios del Oyster Perpetual.
👑 Una mala excusa
El otro día estaba acostado junto a mi madre (sé que está leyendo esto) mientras le daba la tabarra con una de las historias que nos cuentan en el Instituto Tramontana sobre el modernismo, la Bauhaus, y todas esas cosas que nos gustan a quienes leemos esta carta. Me miró por encima de sus gafas de aumento, como si solo existiera yo en el mundo en ese instante. Y, con una sonrisa y tono de madre, sin decir nada más, suelta: "Qué listo eres". Y yo sonrío, porque aunque sé que solo es otro de sus cumplidos, me hace muy feliz sentirla orgullosa de su hijo.
Motu propio, decidió añadir un regalito de última hora a mi carta de los Reyes Magos. Un despertador BNC002 de Braun.
Ojalá que nuestros cuerpos orgánicos resistieran al polvo y al tiempo, como el amor que nos tenemos.
Me alegra deciros que ya somos más de 150 los que me habéis abierto vuestro buzón para contaros una pequeñita historia los sábados por la mañana. Muchas gracias por hacerlo una semana más. Y quienes habéis llegado por casualidad, si os gustaría recibir más contenido similar, no dudéis en suscribiros con vuestro mejor mail.
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Que tengáis un feliz fin de semana, a mí me podréis encontrar haciendo muñecos de nieve con Trini por Madrid❄️❤️.
De parte de Pau, con cariño.