Las firmas legales a la caza de las 'startups'

La última edición del informe Global Entrepreneurship Monitor (GEM) España 2021, presentado recientemente, revela que la tasa de actividad emprendedora en España es de un 5,2%, nueve décimas por debajo de la del 2019 y casi tres puntos inferior a la media europea (8,1%), que ha sufrido un descenso más acusado que la española: de 1,5 puntos.

Como apunta el estudio, este descenso en la población activa que acaba de iniciar un proyecto o cuenta con una organización con menos de tres años y medio de vida es consecuencia directa de la crisis y la incertidumbre provocada por la pandemia, que han retrasado la decisión de emprender. A pesar de ello, el informe GEM España también vaticina que este 2021 será todo un reto para la actividad emprendedora.

Precisamente para allanar el camino a nuevas iniciativas de emprendimiento, concretamente en el sector legal, los despachos desarrollan distintos programas de aceleración que ayudan a dar ese empujón que necesitan a proyectos tecnológicos que están empezando. Esto no significa que se trate de acciones desinteresadas, ya que en estas relaciones entre firmas legales y startups ambas partes colaboran y sacan provecho.

Posicionarse en el ecosistema innovador en el que las startups son el centro, o estar a la vanguardia de los avances tecnológicos en un momento en el que el sector jurídico está en plena transformación digital son algunos de los principales motivos por los que los despachos trabajan con startups. También, añade Francesc Muñoz, CIO de Cuatrecasas e impulsor de Cuatrecasas Acelera, estas relaciones son una “palanca para la atracción y retención de talento”.

Algo en lo que coincide José Luis Ortín, socio del departamento mercantil de Garrigues y coordinador de la industria Startups & Open Innovation, que lo considera una motivación para los profesionales de la firma “de carácter naturalmente curioso e innovador”.

Por su parte, Jaime García López, socio de NewLaw en PwC Tax & Legal, destaca que colaborar con startups también les permite ayudar a sus clientes a identificar las mejores soluciones tecnológicas para dar respuesta a sus necesidades.

Más allá del asesoramiento

A cambio, como señala Javier Badiola, socio director de Dentons en España, “las startups se benefician del desarrollo acelerado de productos, de los comentarios y opiniones de los abogados y clientes de la firma, y de una mayor visibilidad”. Y es que, como reconoce Badiola, las startups, por definición, no son capaces de ofrecer servicios a gran escala el primer día, “por lo que aclarar las expectativas es de vital importancia para garantizar que ambas partes puedan cumplir sus objetivos comunes”.

De hecho, Dentons fue pionero en lanzar dos programas de colaboración con startups en 2015: Nextlaw Labs, como catalizador de la innovación para la firma, y Nextlaw Ventures, una empresa de capital riesgo enfocada a proyectos de tecnología legal en su etapa inicial, a través de la cual invierten en una cartera de 10 startups en todo el mundo. “Nuestros equipos trabajan con estas firmas para ayudarlas con el lanzamiento de productos al mercado y en sus planes de crecimiento” explica el socio director de Dentons en España.

Otra de las iniciativas para relacionarse con emprendedores lanzada por un despacho, y que ya va por su sexta edición, es Cuatrecasas Acelera. Se trata de un programa de aceleración de startups legaltech o con una elevada complejidad jurídica, en la que las seis que resultan seleccionadas en cada edición disfrutan de cuatro meses de servicios de mentorización de negocio, para impulsar su proyecto de empresa, y 20 horas de asesoramiento jurídico gratuito. “Tras cinco ediciones, es un programa muy maduro que ha sabido evolucionar y pivotar, y que los emprendedores valoran de forma muy positiva”, aprecia el CIO de Cuatrecasas. Asimismo, Muñoz sostiene que este año hay una gran madurez en las aplicaciones que están llegando, y aunque reconoce que quizás el número de inscripciones es algo menor que en otras ediciones, confía en que aumente ya que el plazo de presentación de candidaturas aún está abierto (finaliza el 12 de julio).

Test de viabilidad del proyecto

Tax Legal Springboard es la aceleradora de startups lanzada por primera vez este año por PwC Tax & Legal, con el soporte de Microsoft, y que concluyó el pasado mes de junio con la selección de cinco iniciativas innovadoras para aplicar las nuevas tecnologías emergentes en la prestación de servicios legales y fiscales. Entre los proyectos ganadores están el asesoramiento a través de la realidad aumentada, los sistemas de gestión de conocimiento a partir de la inteligencia artificial y el machine learning o las plataformas para la gestión de reclamaciones masivas.

El socio de NewLaw en PwC Tax & Legal explica que la aceleración se articula sobre dos posibles modelos. El primero consiste en ayudar a la startup a validar una prueba de concepto, para aquellas soluciones creadas con la vocación de ser utilizadas en el entorno jurídico o fiscal, pero que necesitan comprobar su idoneidad en un entorno real de gestión. En la segunda modalidad, los profesionales de PwC trabajan con startups con una tecnología madura y con un prototipo funcional, pero que no operen en este momento en el sector legal o fiscal, para encontrar una solución válida y escalable en dicho ámbito. En ambos casos, comenta García, además del mentoring de negocio y del acceso a los recursos del programa de Microsoft por Startups, los emprendedores escogidos podrán conocer y acceder a alternativas de financiación, a través de los acuerdos de PwC con distintas firmas de venture capital.

Especialización y experiencia

En Garrigues, hace cuatro años crearon el área de Startups & Open Innovation, con el objetivo, señala el socio del departamento mercantil de Garrigues, de dar mayor visibilidad al equipo multidisciplinar que desarrolla esta actividad dentro del despacho, aunque puntualiza que no es algo nuevo ya que en la firma “llevan asesorando a proyectos que hoy entrarían en la categoría de startup desde su fundación”.

Ortín reconoce que gracias a este nuevo departamento han conseguido colaboraciones muy fructíferas. “Nuestra participación en programas de aceleración, como Lanzadera o TrenLab, y la recomendación por parte de fondos y entidades inversoras con las que trabajamos regularmente siguen siendo el principal canal de inicio de relaciones con las startups”, afirma. Con ellas, trabajan por proyectos prestándoles servicios en aquellas áreas de práctica en las que consideran que realmente pueden aportar valor añadido.